domingo, 25 de agosto de 2013

Comentario de Los enemigos.

Comentario de Los enemigo, versión libre del Rabinal Achí, realizada por Sergio Magaña.. 
De acuerdo a Fernando de Toro[1] el texto dramático es el resultado del trabajo de adaptación que se realiza para la representación teatral.  En este caso el texto espectacular, derivado del texto dramático del dramaturgo Sergio Magaña fue fuertemente criticado por Emilio Carballido con motivo de su estreno en el teatro del Bosque por cuenta de la Compañía Nacional de Teatro.
Según Carballido, el texto original se perdió por completo en una serie de percepciones europeas de lo que debió haber sido el mundo prehispánico, resultado de la intertextualidad a la que no pudo sustraerse el autor. Y además de esa reinterpretación que hizo Magaña del Rabinal Achí,  el texto espectacular fue otro ya que se suprimieron dos terceras partes de su original y la mano que se permitió agregar un prólogo, un epílogo e interrupciones cayó involuntariamente en la comedia.
Barthes, Todorv, y Kristeva enuncian al texto como una concepción semiológica; se construye a partir de otros textos en forma dinámica e infinita; sin embargo Carballido cree que Magaña abusó de la intertextualidad ya que sepultó bajo la visión occidental al estilo de La invención de América de O´Gorman el texto original del Rabinal Achí, escrito en su vejez por el último depositario de la tradición oral maya, que hablando de intertextualidad, muy a la manera de Herodoto escribió “…El día 28 de octubre de 1850, he transcrito el original de este baile del Tun, propiedad de nuestra ciudad de San Pablo Rabinat, para dejar un recuerdo a mis descendientes, que perdure siempre con ellos.  –Así sea-o Bartolo Zis…”[2]
De acuerdo a la crítica de Carballido, podemos decir que Magaña, al convertirlo en texto dramático no se ajustó a lo que definió Roland Barthes como un texto clásico: el tejido de palabras destinado a preservar la memoria,  la estabilidad, la permanencia de la inscripción.
La reinterpretación escénica contemporánea que se hace del Rabinal Achí, fue una empresa audaz, por eso recibió esa crítica de Carballido.  Sin embargo al leer el texto clásico resulta sumamente tedioso y por momentos ininteligible, seguramente hubiera sido muy difícil llevarlo del plano textual al escénico, pues éste último necesariamente lo adapta,  el reto sería cómo conseguir la permanencia del discurso en la escritura.



[1] Catedrático chileno adscrito a los departamentos de Literatura Inglesa y Arquitectura en Winnipeg.
[2] Literatura Maya, Rabinal Achí, prólogo y adaptación Francisco Monterde,  p. 293.

martes, 20 de agosto de 2013

Comentario La guerra de las gordas.

Comentario de La guerra de las gordas.                                                                                  
La tragedia griega trasciende vía la ingeniosa narrativa de Salvador Novo en la comedia La guerra de las gordas, que fue representada en 1963, dentro de la Temporada de oro del teatro mexicano, en el teatro Fábregas de la ciudad de México.
Novo, como parte de la corriente de Los Contemporáneos, escribió esta sátira de la vida prehispánica en la que se vislumbra una crítica al poder que se vale de distintos medios y en cualquier incidente se escuda con el único fin de extenderse.
Difícilmente nos imaginamos la hilaridad como parte del solemne escenario prehispánico, donde los rituales envolvían a la muerte, a través del sacrificio en los templos o las luchas entre pueblos vecinos.  Y es por eso que resulta muy divertido en esta comedia, la inclusión de anacronismos en el código lingüístico que forma parte del proceso de la comunicación que se da en el teatro.
La construcción de los personajes implica la clara intención de exhibir los vicios y virtudes de los gobernantes y su círculo más cercano tanto de familia como de colaboradores políticos, militares, domésticos y adivinos o intérpretes de sueños, donde cada uno, defendiendo su pequeña o gran parcela de poder desempeña su papel en esta comedia, en la que lo que importa no son las traiciones, corrupción, asesinatos y demás tropelías que se cometan tras bambalinas, sino el que al pueblo se le tiene que ofrecer un espectáculo romántico siempre con un final feliz.  En esta construcción de los personajes, Anne Ubersfeld[1] reconoce la tarea del semiólogo como intermediario entre la literatura y el teatro para lograr una representación en la que se rompe el código de la ideología dominante.
Los salones de los palacios reales, una antecámara y un cuartel general son los escenarios donde se desarrolla la trama, que temporalmente abarca poco más de dos días, por lo que el texto dramático está estructurado de tal forma que el espectador tiene la posibilidad de vivir mentalmente la acción que se desarrolla en espacios ajenos y que le es referida mediante los diálogos y la introducción que hace Tecónal en la que se dirige directamente a él.  Ahí reside la primera contradicción dialéctica que menciona Ubersfeld para llevar el texto dramático a una escenificación que parte del texto y se completa con la representación.   Para ello es necesario que el director vaya más allá de la equivalencia semántica, que no se concrete a representar fielmente un texto, sino que brinde un espacio donde la imaginación de espectador consume la acción.
Una gran constante es la tradición clásica.  Resulta bastante hilarante el juego intertextual y paródico que incluye Novo al hacer la sustitución del Aquiles de la Ilíada por Axayácatl, en la creación del poema épico como elemento fundamental de la historia de la literatura de los pueblos.  También se puede detectar esta intertextualidad en la clara influencia de Aristófanes que en su Lisístrata hizo de la mujer un elemento determinante en las confrontaciones masculinas como armas no agresivas, mientras Novo la introduce con picardía de igual forma como una agresión no necesariamente mortal. Y de igual forma que en el poema homérico es la mujer el objeto de intercambio y manipulación la que proporciona el pretexto para la guerra. 
En el año de la primera representación de esta comedia en el escenario real sucedía el asesinato de John F. Kennedy; se sostenían las dictaduras de Franco en España y Tito en Yugoslavia; se fundaba la Organización de la Unidad Africana; se abolía la esclavitud en Arabia Saudita, el último país que aún la reconocía; y la imagen de la mujer destacaba positivamente en la persona de la cosmonauta rusa Valentina Terechkova que fue la primera de su género en orbitar en torno a la tierra; y por otra parte como parte del conflicto que hiciera dimitir al ministro de defensa británico que sostenía relaciones con Christine Keeler relacionada también con el agregado militar soviético.  En el mundo literario se publicaba la novela Rayuela, de Julio Cortázar; La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa;  ambos escritores del boom latinoamericano.
En este contexto político, social y cultural, la comedia de Salvador Novo pudo ser apreciada no solo por su tinte humorístico, sino por la actualidad de los conflictos que ahí se presentan: disputas por el poder, asesinatos calculados, gobernantes totalitarios, reconocimiento de la participación de las mujeres en hechos relevantes, y una literatura que se deslindaba de los modelos tradicionales y buscaba una nueva estética.





[1] Semiótica teatral.  Cátedra, Madrid, 1998.

lunes, 19 de agosto de 2013

Comentario a El desafío de Juan Rana, de Pedro Calderón de la Barca.

El desafío de Juan Rana.
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), dramaturgo español del Siglo de Oro, escribe este sainete en el cual se destaca la inocencia del personaje Juan Rana y la desvergüenza de su mujer.  La bravuconería de los personajes enfatiza la hipocresía y el valor que se les otorga a  las convenciones sociales, sobre todo en una época en que la honra se lavaba con sangre. 
En esta representación la virtud femenina es motivo de ironía, graciosa para el espectador, hiriente y contrastante con el candor del personaje masculino.   Las características del personaje femenino acentúan no sólo el descaro sino la manipulación de los valores de ambos sexos que imperaban en ese período.  Por su parte el protagonista masculino se exhibe a través de sus diálogos como un hombre cándido, cobarde por momentos, envalentonado después, fanfarrón respecto a su aspecto físico, en suma gracioso e ingenuo.
Este tipo de creaciones teatrales se destacó por la disminución de personajes respecto a las comedias de varios actos, de tal suerte que no resulta nada complejo para el espectador entender la trama que tiene el propósito de proporcionarle un rato de diversión, sin soslayar que hay una crítica velada a través de la ironía y el sarcasmo.  Y para lograr su cometido la representación remata felizmente con canto y baile.
La posibilidad de representación es muy amplia, toda vez que se puede adaptar como se especifica en el escrito a un ambiente popular mexicano que va desde el siglo XVII a principios del XX y las armas pueden ser desde la clásica espada, el folklórico machete o la más actual navaja.  En lo que toca a espacios  prevalece la sencillez pues hay tres escenarios: la casa, otro lugar en el que hay un grupo de bebedores cantando y la calle. 
Ignoro el año en que se representó por primera vez, pero partiendo del período de vida de su autor puedo señalar que correspondía al contexto social pues este tipo de teatro se caracterizó por su realismo costumbrista.
El tema no pierde vigencia ya que, si bien las costumbres han cambiado, la tabla  de valores pareciera tener mínimo movimiento, pese a la corriente feminista y la apertura mental que existe en la actualidad en torno a los temas de pareja,  en el ámbito público aún persiste la idea de que el hombre debe ser fuerte físicamente y diestro en su defensa, y por la otra parte hay una gran presión mediática para que la mujer conserve su estereotipo de fragilidad que requiere ser protegida.  Aunque en la realidad estos modelos no correspondan como en caso de Juan Rana y Gila en las que se observa claramente que la fuerza y liderazgo de la pareja no recaen precisamente en el lado masculino, y tampoco la virtud femenina es tan significativa.   

sábado, 10 de agosto de 2013

Presentación.


Soy una feliz jubilada, luchando contra la rigidez articular y neuronal con la ayuda de los pilates y la literatura.  Nací en Acámbaro Guanajuato, crecí en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua y actualmente vivo en Ciudad Juárez, Chihuahua.  Cursé la Licenciatura en Historia de México en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y actualmente estoy en la Maestría en Estudios Literarios en la misma.  Me interesa la novela histórica y la tradición clásica y por eso mi tesis es a partir de la novela Noticias del Imperio de Fernando del Paso, desde la Odisea de Homero.